Explorando la Severidad del Ojo Seco en Cirugía de Cataratas: M-SICS Vs Facoemulsificación
La cirugía de cataratas es una intervención oftalmológica común, pero sus complicaciones postoperatorias, como el ojo seco, plantean inquietudes significativas.
En este intrigante estudio realizado en conjunto con mi equipo en la Clínica de Oftalmología Sala Uno de la Ciudad de México, se examinó minuciosamente la severidad del ojo seco en pacientes sometidos a dos técnicas quirúrgicas distintas: la cirugía de pequeña incisión manual (M-SICS) y la facoemulsificación.
Contexto:
Las cataratas afectan a una proporción sustancial de la población, siendo la cirugía de cataratas la intervención oftalmológica más realizada. Sin embargo, las complicaciones postoperatorias, especialmente el ojo seco, pueden afectar la calidad de vida del paciente y los resultados de la cirugía. Este estudio surge en un contexto donde se busca comprender mejor la relación entre la técnica quirúrgica y la presencia de ojo seco después de la cirugía de cataratas.
Metodología:
El estudio, de naturaleza observacional, analítica, transversal y prospectiva, se llevó a cabo con 44 ojos de 39 pacientes, divididos en dos grupos según la técnica quirúrgica empleada: M-SICS y facoemulsificación. Se evaluaron parámetros como altura del menisco lagrimal, enrojecimiento, tinción corneal y tiempo de ruptura lagrimal utilizando el dispositivo Keratograph, tanto antes como un mes después de la cirugía.
Resultados:
Previo a la cirugía, el 36% de los pacientes ya presentaba ojo seco. Postoperatoriamente, el 89% de los pacientes desarrollaron ojo seco, revelando un impacto significativo de la cirugía de cataratas en la salud ocular. Aunque el grupo M-SICS mostró un 95% de presencia de ojo seco frente al 83% en el grupo de facoemulsificación, la diferencia no fue estadísticamente significativa, sugiriendo que la ocurrencia del ojo seco está más vinculada a la intervención quirúrgica en sí que a la técnica específica utilizada.
Conclusiones & Consideraciones
Este estudio proporciona una visión esclarecedora sobre la relación entre la cirugía de cataratas y el ojo seco, destacando la necesidad de una atención postoperatoria enfocada en mitigar esta complicación. Si bien el análisis no mostró diferencias significativas entre las técnicas quirúrgicas, subraya la importancia de considerar el ojo seco como parte integral del proceso postoperatorio.